2. Discursos del maestro Tsung Kao [1]

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[1. Ta-hui Tsung-kao, Siglo 12: Dahui_Zonggao ]

p. 41

A Li Hsien Chen

Tsung Kao aka Dahui Zonggao

Tsung Kao
Dahui Zonggao

Buda dice: "Quien quiera conocer el reino de Buda, éste debe purificar su mente y volverla como el espacio vacío". Sabed que ese Reino no se alcanza por medio de ninguna práctica religiosa elevada. Lo que uno debe hacer es limpiar los rastros de pasión y de error que se han depositado en las bases de su mente desde los comienzos del tiempo. La mente debe ser vasta y extensa como el espacio mismo, más allá de cualquier determinación psíquica. Todos los pensamientos divergentes y casuales son ilusorios, irreales y vacíos. Al practicar de este modo, la mente que funciona sin esfuerzo se alcanzará espontáneamente y reaccionará naturalmente ante todas las condiciones, sin ningún inconveniente.

A Huang Po Cheng

Lo que se llama No-Mente [Wu hsin] no se parece ni a la arcilla ni a la madera ni a la piedra, es decir, a sustancias desprovistas de conciencia; el término, asimismo, tampoco da a entender que la mente permanece quieta, sin tener ninguna reacción, ante los objetos y las circunstancias del mundo. En ella no hay nada impuro, y no se aparece en un estado de impureza. Cuando el discípulo contempla su cuerpo y su mente, los ve como sombras mágicas, o como en un sueño. Tampoco permanece en esté estado mágico y onírico. Al llegar a este punto, puede decirse que ha alcanzado el verdadero estado de No-Mente.

A Hsu Tun Li

La conceptualización es un peligro mortal para los yoguis Zen, más peligroso que las serpientes venenosas y las fieras... [Nota final 2-7] Las personas capaces e intelectuales siempre se detienen en la cueva de la conceptualización; nunca pueden apartarse de ella en todas sus actividades. A medida que pasan los meses y los años, cada vez se enfrascan más en esta actividad. Sin darse cuenta de ello, la mente y la conceptualización se convierten en una sola y misma cosa. Y resulta imposible apartarse de esto, aunque uno quiera hacerlo. Por lo tanto, digo que las serpientes venenosas y las fieras pueden ser evitadas, pero no hay manera de escapar a la conceptualización mental. Los intelectuales y los caballeros de alcurnia tienden a buscar el dharma inasible con una mente posesiva. La mente captadora es una mente capaz de pensar y de calcular, una mente inteligente y penetrante. Pero, ¿qué es el dharma inasible? Es lo que no puede ser concebido ni medido ni comprendido intelectualmente. Yung Chia dice: "La verdadera naturaleza de la ceguera es la verdadera naturaleza del Buda. Este cuerpo (físico) ilusorio es el dharmakaya mismo. Cuando uno comprende el dharmakaya ("comprende") que nada más existe. A esto se le llama "el estado de Buda primigenio".

Sabiendo esto, si uno lanza su mente allí donde ni la mente ni el pensamiento llegan, alcanzará el dharmakaya vacío y absoluto. Así uno se emancipa del samsara.

Los hombres siempre se detienen en la cueva del pensamiento y la intelección. En cuanto me oyen decir "hay que librarse del pensamiento", quedan desconcertados, perdidos, y no saben adónde ir. Deberían saber que esta misma sensación de pérdida y de estupefacción constituye el mejor medio para lograr la realización (liberarse del cuerpo y de la vida).

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Respuesta a Lu Shun Yuan

No hay criterio definido para medir las fuerzas del dharma y del karma. El punto esencial consiste en ser consciente de la propia esencia mental en todas las actividades y momentos. Uno debe saber que tanto la fuerza del karma, como la fuerza del dharma, son ilusorias. Si un hombre insiste en librarse del karma y seguir el dharma, ese hombre no comprende al budismo. Si uno es capaz de destruir al karma, entonces descubrirá que también el dharma es irreal. Los hombres suelen ser poco valerosos y de mentes estrechas; siempre suponen que esta práctica es fácil y aquélla difícil. No saben que la mente discriminatoria, que atribuye facilidad o dificultad a las cosas, que se adhiere o desprende de las Cosas, es la misma mente que nos arrastra al samsara. Si no nos libramos de esta mente, la liberación no es posible.

A Tseng Tien Yu

Por la carta de usted me entero de que es capaz usted de practicar el Zen durante las actividades diarias y las ocupaciones oficiales, sin verse interrumpido o confundido por ellas. A veces se ve usted sumergido en un torrente de preocupaciones mundanas, pero es usted capaz de mantener su mente alerta. Esto es realmente notable. Me complazco de sus vigorosos esfuerzos y de la fuerza creciente de su aspiración, al tao. De todos modos, debe usted comprender que el tumulto de samsara es como una bola de fuego: no tiene fin. Por lo tanto, en el mismo momento de participar de una actividad turbulenta, no debe olvidar usted las sillas de paja y las sillas de bambú. [Nota final 2-8]

Esa labor superior que usted realiza tan aplicadamente en la tranquilidad debe ser realizada cuando usted esté sumergido en el tumulto de los quehaceres diarios. Si tal cosa le resulta difícil, ello es un indicio probable de que sus progresos no son muy grandes a consecuencia de su trabajo en momentos de tranquilidad. Si usted está convencido de que la meditación en la quietud es mejor que la meditación en medio de la actividad, entonces (cae usted en la trampa de) buscar la realidad destruyendo las manifestaciones, o de abandonar el nexo causal en busca del Nirvana. El momento en que usted anhela la quietud y abomina de la turbulencia es el momento indicado para que ponga usted toda su fuerza en la Obra. De repente la realización que usted ha buscado con tanto ahínco en sus meditaciones de quietud se producirá repentinamente en medio de la agitación. ¡Y este poder, el de emerger de repente, es miles de veces más valioso que el poder que engendra la meditación serena cuando está usted sentado en su silla de paja o de bambú!

A Huang Po Cheng

A los yoguis Zen les resulta fácil vaciar las cosas (exteriores), pero encuentran difícil el vaciar sus mentes (interiores). Si uno es capaz de vaciar sólo las cosas y no las mentes, esto es una prueba de que la mente todavía está subyugada por las cosas. Si uno puede vaciar la mente, entonces las cosas quedarán vaciadas automáticamente. Si uno piensa que ha vaciado la mente, pero en ese momento se presenta la idea de vaciar las cosas, ello es prueba clara de que su mente nunca ha estado realmente vacía y que sigue subyugada por las cosas de afuera. Si la mente se vacía, ¿qué cosas podrían existir fuera de ella?

Tan sólo después de haber penetrado enteramente, uno está en condiciones de decir "el deseo-pasión es la Iluminación y la ceguera es la Gran Sabiduría".

La mente originalmente vasta, serena y maravillosa es pura, iluminadora y todo lo abarca. Nada puede limitarla; es libre como el firmamento. Hasta el nombre mismo de Buda no puede abarcarla. ¿Cómo es posible entonces que se encuentren en ella las pasiones-deseos o los puntos de vista erróneos, en oposición a la idea de Buda?

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Es como el sol que brilla en un cielo azul, claro y brillante, inmóvil e inmutable, sin crecer ni disminuir. En todas las actividades diarias ilumina todos los lugares y brilla desde todas las cosas. Si usted quiere apoderarse de él, él se aparta; pero si usted lo aparta; él continúa existiendo sin interrupción.

A Hsu Tun Li

Al ponerse a trabajar de acuerdo con el Zen, es menester sumergirse en él con toda la mente y todo el corazón. Esté usted contento o enojado, en un ambiente elevado o mezquino, a la hora del té o de la comida, en casa con su mujer y sus hijos, con visitas, trabajando en la oficina, durante una reunión o un casamiento (o en cualquier forma de actividad) es menester estar alerta y atender a la Obra, porque todas estas ocasiones constituyen oportunidades importantes para obtener la Iluminación. En otros tiempos, el comisionado Li Weng Hu logró la Iluminación mientras ocupaba este alto cargo en el gobierno. El joven Weng Kung obtuvo la Iluminación mientras estudiaba en el Real Instituto de Estudios. Chang Wu Yuen recibió la Iluminación mientras tenía el cargo de comisionado de transportes en la provincia de Chiang Hsi. Estas tres personas profanas nos muestran el ejemplo de una realización de la Verdad sin haber renunciado al mundo, ¿trataron acaso ellos de abandonar a sus esposas, renunciaron a sus cargos y posiciones, se pusieron a comer raíces, a practicar el ascetismo y la frugalidad, evitaron las perturbaciones y buscaron la quietud y el aislamiento con el fin de lograr la Iluminación?

(La diferencia entre la forma en que debe proceder el profano y el monje consiste en que) el monje procura ir de afuera hacia adentro, mientras que el profano procura pasar de lo interior a lo externo. Pasar del exterior requiere un poco de esfuerzo, pero hacerlo desde el interior requiere un esfuerzo considerable. Es así que el profano necesita más energía para realizar la Obra a causa de las condiciones desfavorables en que ha de actuar. El esfuerzo engendrado en esta difícil lucha le permite lograr un vuelco mucho más profundo y poderoso que el del monje; por otra parte, el monje sólo logra un vuelco menor porque, actuando en condiciones más favorables, ejerce menos poder (en el proceso).

A Hsu Shou Yuan

Medir la mente pura por medio del intelecto y de la conceptualización es una actividad tan fútil como los sueños. Cuando la conciencia, plenamente liberada en la quietud, y libre de todo pensamiento procede, esto se llama "la justa realización". Cuando uno ha obtenido esta realización justa, entonces es capaz de ser tranquilo y natural en todas las ocasiones y todas las actividades, caminando o sentado, de pie o dormido, hablando o en silencio. Uno llegará a no ser perturbado por ninguna circunstancia. El pensamiento y la falta de pensamiento se purifican.

¡Ay, debo explicar el asunto con tantas palabras porque soy incapaz! Si digo, literalmente, que tenemos algo con qué trabajar, entonces traiciono lo que quiero decir.

Respuesta a Lu Lung Li

Vaya usted al fondo de su mente y pregúntese: "¿De dónde proviene la idea de esta ansia de riquezas y honores? ¿Adónde irá después el pensador?" Se encontrará usted con que no puede contestar a ninguna de estas dos preguntas. Entonces se sentirá usted perplejo. Este es el momento en que debe practicarse la Hua Tou: ¡estiércol seco! No piense usted en nada más. Manténgase en esta Hua Toa. Repentinamente se sentirá usted perdido y despertará.

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Lo peor es citar las Escrituras y dar explicaciones o comentarios que prueban "comprensión". Por muy bien que componga usted las cosas, está usted tratando de encontrar a un ser vivo entre fantasmas. Si uno no puede quebrar la "sensación de duda" uno está limitado por la vida y la muerte; si uno puede quebrarla, su mente samsárica se extinguirá. Si se extingue la mente samsárica, las ideas del Buda y del dharma también se extinguirán. En tal caso, cuando ya no estén ni siquiera las ideas del Buda y del dharma, ¿de dónde podrán surgir las ideas de los deseos-pasiones y de los seres sensibles?

A Yung Mao Shih

Si ha decidido usted practicar el Zen, la primera advertencia, la más importante, es: no apresurarse. Si usted se apresura, sólo logrará atrasarse. Tampoco debe usted ser demasiado flojo, porque en ese caso caerá en la pereza. La tarea ha de realizarse en forma similar a la del músico que ajusta las cuerdas de su instrumento: ni demasiado tensas ni demasiado flojas.

Debe usted observar esa parte que en usted entiende, toma decisiones y formula juicios. Observe usted esta parte todo el tiempo en medio de sus actividades diarias. Con corazón decidido, procure usted descubrir de dónde provienen estas actividades mentales. Al proceder de esta manera aquí y allá, en este momento y en el otro, las cosas que le resultan familiares y que tiene usted la costumbre de realizar, se vuelven desconocidas y las cosas que le son desconocidas (la labor Zen) se le vuelven poco a poco familiares. Cuando la labor pueda realizarse fácilmente, esto quiere decir que se han hecho progresos. Y del mismo modo, cuando la labor se ejecuta bien, usted sentirá que le resulta fácil. De esta manera, se logra un criterio de apreciación.

A Tseng Tien Yu

La parte que distingue, juzga y toma decisiones es la conciencia sensible. Esta es la parte que vaga en el samsara. El desconocimiento de esta conciencia sensible representa un peligro potencial, ya que muchos estudiantes de Zen se aferran a ella y la toman por el Tao. Estos estudiantes suben y bajan como un pedazo de madera que flota en el mar. Pero si uno es capaz de dejar todo de golpe, librarse de todo pensamiento y toda deliberación, entonces uno tiene la impresión de haber tropezado con una piedra y haber caído de narices. Instantáneamente se comprende que esta conciencia sensible es la verdadera, vacía y maravillosa sabiduría. Ninguna otra sabiduría puede obtenerse... Esto recuerda al hombre que, en medio de su confusión, piensa que el Este es el Oeste. Pero al despertar comprende que el Oeste es el Este. No hay ningún Este que encontrar. Esta sabiduría verdadera, vacía, maravillosa, vive eternamente, como el espacio. ¿Ha encontrado usted alguna vez algo que obstruya al espacio? El espacio no es obstruido por nada y a nada impide moverse dentro de su ámbito.

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A Hsieh Kuo Jan

Si uno es capaz de comprender instantáneamente la verdad de la no existencia, sin librarse de la lujuria, el odio y la ignorancia, entonces puede apoderarse de los instrumentos del Rey-Demonio y utilizarlos con fines contrarios. Podrá entonces convertir a estos malignos compañeros en ángeles que protegen el dharma. Esto no se hará en forma artificial o compulsiva. Está en la naturaleza misma del dharma.

A Hsiung Hsu Ya

En todas las actividades diarias y contactos es posible mantener la atención y poner fin a la desatención. De este modo, a medida que pasan los días y los meses, la mente se convertirá finalmente en un todo continuo. ¿A qué me refiero cuando digo "contactos"? Me refiero a que, cuando está usted enojado o feliz, en una ocupación oficial, recibiendo visitas, descansando con su mujer y sus hijos, pensando cosas buenas o malas., todas estas son ocasiones y excelentes oportunidades para lograr "la irrupción repentina". Esto tiene mucha importancia; no lo olvide usted.

A Hsieh Kuo Jan

Los Ancianos de otros tiempos decían: "Pon toda tu mente en el asunto y trabaja con encarnizamiento. El dharma nunca te abandonará".

A Chen Chi Jen

Cuando se vea usted envuelto en tumultos y agitaciones que no está en condiciones de evitar, piense usted que éstos son los mejores momentos para trabajar el Zen. En cambio, si realiza usted un esfuerzo para suprimir o corregir sus pensamientos, se aparta usted del Zen. Lo peor que puede hacer un estudiante es intentar corregir o suprimir sus pensamientos en medio de circunstancias inevitables. Los maestros de la antigüedad han dicho:

"Las distinciones no existen:
sólo la Iluminación del Vacío
refleja todas las manifestaciones dentro de sí."

Tome usted esto en cuenta.

Si utiliza usted una cota de esfuerzo para lograr la Iluminación, no la logrará. Si realiza usted tal esfuerzo, intenta aferrar espacio con las manos, y esto es una pérdida de tiempo.

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