III. Los cuatro problemas del budismo Zen

This page in English: ..is-zen-unintelligible.htm

¿Es completamente ininteligible el Zen?

volver arriba

 

Introducción

Spanish pdf page 80

Existe un creciente interés en el Budismo Zen, que ha dado lugar a muchos malentendidos en Occidente. Muchos occidentales, tras leer unos pocos libros sobre el tema, lo tratan como un pasatiempo o tema de conversación. Algunos pueden ser lo bastante serios como para estudiar el Zen, pero sacan rápidas conclusiones de las escasas fuentes de que disponen, en inglés u otros idiomas europeos. Algunos hasta llegan a practicar la meditación con grandes esperanzas de Iluminación, o, por lo menos, de tener algunas experiencias interesantes, después de unas horas de trabajo. Se satisfacen con soñar con el "aquí y ahora" de la Iluminación fácilmente alcanzada de "Yo soy Dios y un burro" y cosas por el estilo.

La mayoría de los estudiantes occidentales llegan meramente al estado en que se sienten vacíos de espíritu y con la mente confundida por la interminable "jerga" del Zen. Pero éste es un estado normal para los principiantes, también en Oriente. Antes que estos malentendidos puedan aclararse, se necesitan nuevas informaciones, y cuatro interrogantes vitales surgen y deben ser contestados:

1. ¿Es el Zen tan ininteligible y más allá del alcance del entendimiento humano, como dicen libros recientes? [1] [esta página, ver abajo]

[1. Referencia probable a una serie de D.T. Suzuki en 1949-1959, (inglés) ver: en.wikipedia.org/wiki/D._T._Suzuki#Bibliography ]

2. ¿Qué es la Iluminación Zen? ¿Es la perfecta Iluminación del budismo ortodoxo? ¿Es una expresión única y decisiva o se trata de varias experiencias? En este último caso, ¿en qué forma difieren estas experiencias? ¿En su esencia o en profundidad? .. iluminacion-de-tipo-zen.htm

3. ¿Qué relación hay entre las enseñanzas Zen y las de yogachara y madhyamika, las dos principales escuelas de pensamiento del budismo mahayana? .. zen-y-el-budismo-mahayana.htm

4. ¿Existe, por debajo de la superficie de los koans aparentemente irracionales del Zen algún sistema, orden o categoría que, al ser entendido, vuelva inteligible al Zen? .. cuatro-distinciones-de-lin-chi.htm


Spanish pdf page 81

volver arriba

 

1. ¿Es completamente ininteligible el Zen?

Como conocimiento vital y verbal espiritual, el Zen depende de la respuesta a esta pregunta, porque si -como suelen repetir algunos autores- el Zen es incomprensible e irracional, ¿cómo podrá entenderlo el ser humano? Si toda intelección y todo conocimiento conceptual han de ser dejados de lado, los ilustres maestros Zen del pasado deben haber sido tontos de remate.

Pero la historia nos muestra otra cosa. Estos maestros eran más sabios que la mayoría, no sólo por sus conocimientos del Zen, sino también en muchos otros aspectos. Sus brillantes obras en arte, en literatura y en filosofía han sido indiscutiblemente de primer orden y ocupan un lugar prominente en la cultura china. Por lo tanto es posible que el error de algunos autores al exponer el Zen consista en su falta de distinción entre "entender" y "realizar". Entender una cosa no significa realizarla. Entender al Zen de manera intelectual no debe confundirse con la realización directa de la verdad Zen. De esta manera lo que debería decirse es no "entender el Zen", sino que con el fin de "realizar o captar el Zen" uno debe abandonar todos los hábitos adquiridos de conocimiento conceptual (en ciertas etapas). Entender el gusto maravillosamente frío, dulce y sabroso de un helado, no es equivalente a la experiencia de ese gusto. Entender que este gusto es frío, dulce y sabroso, no amargo, caliente o picante, puede compararse al hecho de entender al Zen en forma directa, inmediata y trascendente, y no en forma indirecta, abstracta y dualista.

Todo estudiante del budismo sabe que "entender" [n] no es lo mismo que "realizar". [o] Lo primero pertenece al campo de "la medida indirecta", [p] lo segundo al campo del "discernimiento directo". [q] Confundir estas dos categorías sería equivalente al hombre que dijera a un sacerdote muy formal de su parroquia que Jesucristo no es más que "estiércol seco". Estoy convencido de que a este hombre lo harían salir del templo, aunque, por supuesto, no en el sentido del Zen.

[Las letras se refieren al Apéndice de los caracteres chinos.]

Entender al Zen mediante un proceso intelectual no es condenable, sino que es la única forma posible para el principiante, pues ¿quién podrá internarse en el Zen sin tener primeramente un cierto conocimiento conceptual del mismo? Aquí no hay excepciones para nadie.

Una completa negación del valor del intelecto es por supuesto reprobable desde el punto de vista de la filosofía, la religión y el Zen, especialmente desde el punto de vista Zen. Porque si el Zen debe ser considerado, como realmente es, la esencia del budismo, por intermedio del cual la Verdad última es expresada, debe estar libre de obstrucciones [r] y ser omnicomprensivo. [s] Esto está de acuerdo con la filosofía Hua Yen, que afirma explícitamente que, si la última verdad es omnipresente y penetrante, ha de ser omnicomprensiva y libre de toda obstrucción. Es así que hasta el "estiércol seco" participa del Buda. La montaña es la montaña y el agua es el agua, cuando tengo hambre como, y cuando tengo sueño duermo, los pájaros cantan y los peces nadan. ¿Qué hay de malo pues en el intelecto y en el conocimiento conceptual? ¿No están incluidos ellos en el Gran Tao? ¿No son actos en el maravilloso drama de la esencia del Buda? ¿No son la intuición y el intelecto partes gloriosas e indispensables en el gran drama del Dharmadhattu? (La totalidad que todo lo abarca).

Desde el punto de vista del Zen, pues, ¿qué razones nos asisten para favorecer unas cosas y aborrecer otras? El Zen se opone no al intelecto o al conocimiento conceptual como tales, sino a la dependencia del intelecto o de la conceptualización dentro de una situación de carácter adhesivo.

Veamos ahora la forma en que el Zen hace alusión a este carácter humano adhesivo.

"En una ocasión, Hsiang Yen (siglo IX), [2] propuso este problema a sus discípulos: Un hombre trepa a un árbol y se cuelga de una rama sujetándose con los dientes, dejando todos los miembros libres, sin ningún apoyo. Alguien se acerca y le pregunta: "¿Qué sentido tiene el hecho de que el Bodhidharma haya llegado desde el occidente?" Si el hombre no contesta, peca por ello, pero si contesta, se caerá del árbol y perderá la vida. En semejante situación, ¿qué debe hacer?"

[2. en.wikipedia.org/wiki/Hsiang-yen_Chih-hsien ]

Spanish pdf page 82

Este interesante koan puede interpretarse de dos maneras. En primer término usa la forma típica de técnica de los maestros Zen encaminada a que el discípulo sea llevado a un callejón sin salida que niega sus asociaciones y pensamientos habituales, logrando así una condición en la cual no hay cabida para el funcionamiento de sus pensamientos. De esta manera al empujar al discípulo a terreno desconocido, el maestro puede abrir el ojo de la sabiduría. En segundo término, si consideramos metafóricamente a este koan, nos encontramos con que recuerda el carácter adhesivo o posesivo de la mente humana. Es cierto que nosotros, como seres humanos, tenemos que aferrarnos a algo todo el tiempo. Nos parece inconcebible que la, mente pueda funcionar si carece de un objeto en el cual pensar. En ningún instante podemos prescindir de un objeto que vuelva posible la actividad mental o física.

Además, en la mayoría de los casos, debemos tener más de un objeto al cual aferramos. Si perdemos uno, siempre podemos recurrir al otro; un ciego siempre recurre al oído y al tacto; un amante frustrado recurre al alcohol, a la religión o a alguna cosa parecida. Pero los maestros Zen siempre nos llevan a un estado de callejón sin salida, en el cual no hay nada que asir. No hay nada a qué aferrarse y nada de qué huir. Es el punto presente, este punto de desesperación al que hemos llegado y en el que debemos renunciar a nuestra adhesividad habitual en favor de la liberación grande y absoluta, es aquí que debemos abandonar la rutina de nuestros pensamientos habituales y entregarnos con las manos vacías, sin aferrarnos a nada, antes de poder dar el salto hacia el abismo ignoto de la Iluminación.

Con el fin de confirmar el aserto de que el intelecto no es condenable, sino el hecho de aferrarse a él, habré de citar la famosa frase de Tilopa, el célebre gurú indio que fundó indirectamente la escuela Kagyutpa del Tibet, cuando impartía enseñanza a su discípulo Naropa, junto al río Ganges, sobre la doctrina de Mahamudra: [3, 4, 5, 6]

[3. en.wikipedia.org/wiki/Tilopa ]

[4. en.wikipedia.org/wiki/Kagyu ]

[5. en.wikipedia.org/wiki/Mahamudra ]

[6. en.wikipedia.org/wiki/Naropa ]

"No son las manifestaciones las que te han encarcelado en la samsara,
es la adhesión la que te ha hecho prisionero.
¡Oh, es la adhesión la que te ha hecho, Naropa!" [Nota final 3-1]

Es la verdad que el Zen pone el acento sobre la experiencia directa y denuncia al mero intelecto, que es esencialmente abstracto e indirecto. Los maestros Zen no alentaban las especulaciones sobre el Zen, cuando ello era posible. No les gustaba hablar simplemente de lo que entendían, pues al proceder de tal manera, la gente concibe sobre el Zen una noción diferente, que los lleva al viejo círculo vicioso del intelecto y la filosofía. Es así que el método o el ardid que consiste en llevar directamente al discípulo al punto buscado, sin hablar nunca demasiado claramente [Nota final 3-2] del Zen se convirtió en la única "tradición Zen", seguida orgullosamente por sus adeptos.

Esto no quiere decir que los maestros Zen fueran siempre sibilinos en sus observaciones. Contrariamente a la creencia que predomina ahora en Occidente, hablaban casi siempre en forma sencilla. Hasta los héroes de los extremistas, como Ma Tsu y Lin Chi, eran sencillos y comprensibles con frecuencia. Sus instrucciones se parecían a las de un sacerdote bondadoso, que predica sencillamente y con gran sinceridad. Esto se debe a que el Zen es, eminentemente, práctico. Se preocupa, solamente, de llevar el hombre a la Iluminación. Sin embargo, como los individuos varían grandemente en sus capacidades y aptitudes, los maestros Zen usan métodos y enseñanzas diferentes para individuos diferentes en circunstancias distintas. Así, los estilos y expresiones Zen varían mucho, desde los koans más enigmáticos e irracionales hasta las enseñanzas más sencillas y comprensibles. El hecho irónico es que, aunque el Zen pretende ser (una transmisión especial fuera de las Escrituras, que no depende ni de las palabras ni de la letra) los monjes Zen han escrito muchos más libros que ninguna otra secta budista en China.

Spanish pdf page 83

Para terminar la discusión sobre la primera interrogación, mi respuesta es la siguiente:

1. El Zen no esta enteramente fuera del entendimiento humano.

2. La realización del Zen llega por medio del entendimiento del Zen.

3. En última instancia, no es completamente equivocado el excluir o denigrar cualquier dharma. Esto, naturalmente, incluye el intelecto y el conocimiento conceptual, porque éstos están comprendidos en y son idénticos a la suprema sabiduría. [Nota final 3-3]

4. El abandono del conocimiento conceptual es sólo temporal, ya que se trata de un medio práctico, no de una meta buscada.

5. El intelecto es rechazado por los maestros Zen sólo en ciertos casos y en determinados estados.

Spanish pdf page 83 - end of section

volver arriba