La Ciencia del Idiotismo

Atribuido a John G. Bennett. Documento propiedad de Ken Salls. Traducido por Victor Herrera.

English version: Science of Idiotism

Recuerdos de Número 6, Rue des Colonels Renard, 1948-1949

Este documento en formato pdf (10 páginas): scribd.com

Por muchos años el Sr. Gurdjieff usó en su enseñanza una representación simbólica del destino humano a través de lo que él llamaba la Ciencia Del Idiotismo. Decía con frecuencia que esto venía de una tradición muy antigua. De cuatro mil quinientos años: que ya era conocida en Babilonia y que después fue preservada en Asia central. El mismo la conoció en una hermandad, que tenía su monasterio central; según até algunos cabos, en el Pamir, donde pasó algún tiempo. Esta hermandad usaba el simbolismo de los idiotas para expresar y preservar conocimientos importantes acerca del hombre y su destino. Esto era pasado de generación a generación a través de iniciados, y ahora es uno de los secretos principales de esta hermandad.

El mismo Sr. Gurdjieff decidió usarla de una forma diferente – esto es, para enseñar a gente no iniciada. Lo hacía porque vio en ello un poder especial que no existía en las otras formas de expresar los secretos de la vida interior del hombre. Le oí decir una o dos veces – y sin duda otras veces también – que aquellos que conocían este secreto habían estado enojados con él, porque pensaban debía ser preservado para su propósito original. Sin embargo, él había continuado porque era necesario para él, en el cumplimiento de su tarea. Incluso – sin decirlo explícitamente – conllevaba la impresión de que, de alguna forma él tenía que pagar por esta acción – que había perdido algo precioso a causa de ello – y que lo había hecho solamente por el bien de la gente que él tenía que preparar. No puedo decir si este relato del origen de la Ciencia del Idiotismo tenía que tomarse en serio o no. Todo lo que sé es que yo aprendí más de sus exposiciones basadas en ésta Ciencia que de cualquier otro aspecto de su enseñanza.

La ciencia del Idiotismo es inseparable de la noción de una comida sagrada o sacramental. El Sr. Gurdjieff nunca hablaba de ella más que en la mesa. Una vez, alguien que salía del comedor le preguntó algo acerca de ella y él se volvió contra ellos, regañándolos por hablar de ella fuera de la mesa. En otra ocasión, sucedió que un novato mostró algún conocimiento de los Idiotas y dijo que ya se lo habían dicho de antemano. El Sr. Gurdjieff me apaleó por ello y dijo que yo había arruinado todo al hablar – que la gente tenía que aprender de los Idiotas en la mesa y comprender cada uno por sí mismo. Nunca debe decírseles por adelantado.

Siempre enfatizó el carácter sagrado de las comidas en grupo y el papel (rol) que cada persona tiene en tales comidas. El Director o "Chamodar" era el gobernante del festín. Era una gran responsabilidad – tan grande, que el mismo Jesucristo la realizó para con sus discípulos. El estaba continuando esta tradición – no como había sido entendida equivocadamente por las Iglesias – sino en su significado original. El compartir la comida y la bebida es inseparable de la idea de una comida sagrada. El carácter ritual de las comidas a la mesa del Sr. Gurdjieff era derivado, en parte, de compartir la comida, en parte, de los papeles (roles) definidos asignados a los participantes; pero en mayor medida era por los brindis. Esto es el porqué la Ciencia del Idiotismo no puede comprenderse separadamente de la comida, ni la comida separada de la Ciencia del Idiotismo.

La regla en las comidas del Sr. Gurdjieff era que cada recién llegado era visitante – un "huésped estimado" – que no tomaba parte de la ceremonia de los Idiotas. Solo debía escuchar y tomar nota de los diferentes Idiotas. "Entonces, si – accidentalmente – viniera una segunda vez, él debía escuchar qué Idiota era. Le decía al Director. O mejor, lo escribía en su tarjeta de visita y se la daba al Director. Todo aquel que tenía tal tarjeta de visita mostrando que estaba iniciado en la Ciencia del Idiotismo sería recibido en cualquier parte. Hay monasterios en Asia Central donde sería recibido de inmediato con tal tarjeta de visita".

El ritual de la Ciencia del Idiotismo era simple. Tan pronto como empezaba la comida, el Director proponía el brindis "a la salud de todos los Idiotas Ordinarios". Cualquiera presente que hubiera escogido o sido designado como Idiota Ordinario (usualmente un niño), el Director añadía "y a tu salud también, así- y-así".

Algunos minutos después, era propuesto el brindis a "todos los Super-Idiotas", y se seguía así con toda la lista. El Sr. Gurdjieff podía permitir que los brindis pasaran sin comentarios o podía usar alguno de ellos como texto para alguna explicación. A veces le explicaba a algún recién llegado toda la Ciencia del Idiotismo en algo así como las siguientes palabras:

"Hay veintiún Idiotas. Cada uno es un Idiota. El primero es el Idiota Ordinario y el vigésimo primero es el Idiota Único – o sea, nuestro Dios". El explicaba de esta forma y yo noté que él invariablemente decía "nuestro" Dios, nunca "Dios", nunca "nuestra Infinitud" que siempre usaba al hablar del Creador. Yo tenía la impresión de que al hablar del Idiota Veintiuno, él tenía en mente una manifestación particular de la Divinidad – en algún sentido, la Persona Divina (o divinizada, apunte del traductor).

El, a mis oídos, nunca habló claramente de quiénes eran o no Idiotas. En un sentido, todas las esencias individualizadas son Idiotas, incluyendo a Individuos Sagrados Muy Altos. En otro sentido, los Idiotas eran contrastados con hombres inteligentes y sabios. Solamente los Idiotas eran brindados con alcohol y solo el alcohol es apropiado para brindar por los Idiotas. A los hombres Sabios se les brindaba con agua limpia, y por los Inteligentes con agua y algo añadido. Ni el vino es suficientemente fuerte para el brindis a los Idiotas – una vez lo vi prohibirle a alguien beber vino al participar en el brindis. Ciertamente desaprobaba que se bebiera agua en el brindis, aunque no siempre evitaba que la gente lo hiciera por razones de salud.

A mí me parecía – pero aquí sólo puedo confiar en la impresión que daba, en vez de dar alguna explicación específica – que el Idiota es alguien que se esfuerza para lograr algo – es el Ser en proceso de Convertirse. Es por eso que aquellos que son estacionarios (inmóviles, estáticos, nota del traductor), tales como los "Hombres Sabios", no son capaces de ser Idiotas.

La serie de Idiotas era como sigue:

 1. Idiota Ordinaria

 2. Super Idiota

 3. Archi Idiota

 4. Idiota Sin Esperanza

 5. Idiota Compasivo

 6. Idiota Escurridizo

 7. Idiota Cuadrado

 8. Idiota Redondo

 9. Idiota Zig Zag

10. Idiota Iluminado

11. Idiota Dudoso

12. Idiota Presumido

13. Idiota con Remordimiento

14. Idiota Nato

15. Idiota Patentado

16. Idiota de Herencia Apestosa

17.  -- *

[ continúa por debajo de la nota ]

[En la versión Hodges toast-to-the-idiots.htm el orden es: 12. Idiota Presumido; 13. Idiota Nato; 14. Idiota Patentado; 15. Idiota Psicopático; 16. Idiota Polyhedral.]

* No escribo la descripción del Idiota décimo séptimo porque yo nunca la oí. Hasta donde sé, no se le brindó excepto en una comida en la que estuvieron solo siete u ocho hombres y Lise Tracol, justo antes de que se fuera a Estados Unidos en Diciembre de 1948.

Los siguientes tres Idiotas, dieciocho, diecinueve y veinte ocupan un lugar especial. El siempre y frecuentemente se refería a sí mismo como número dieciocho. Del diecinueve y veinte decía que eran Individuos Sagrados que realizan funciones en relación a la totalidad del Megalocosmos.


La fuerza especial de la Ciencia del Idiotismo como método de instrucción yace, en gran medida, en el orden de la serie. Mirando los primeros diez – los más comunmente brindados – parece haber un orden ascendente desde el Ordinario hasta el Iluminado. Los siguientes siete se mueven en una dirección que no parece ir para arriba o para abajo, sino más bien de una mayor indefensión y dependencia de influencias fuera de su control.

Dudo que cualquiera que estudie las descripciones solo descubra por sí mismo el significado interno de la serie. Esto yace en el hecho de que hay dos direcciones de movimiento – "hacia arriba", hacia el número veintiuno y "hacia abajo", hacia el Idiota Ordinario. Como la meta y propósito definitivo de la existencia de todo ser debe ser aproximarse tan cerca como esté dentro de su poder, a la Fuente del Todo lo que existe, uno esperaría naturalmente que "subir" la escala es mejor que "descender".

El punto es que para subir con obstáculos tarde o temprano debe resultar en no poder moverse más allá. Para el tiempo en que se alcanza cierto grado, los encumbramientos ya no pueden llegar y se convierten en un obstáculo impasable. Aún más porque estos mismos encumbramientos pueden haberse usado en el proceso de subir. Los encumbramientos reales no se sienten como tales hasta que se descubren por sus resultados.

Entonces éste es el significado del ascenso y descenso en la escala del Idiotismo. Donde quiera que uno se encuentre, uno primero debe 'descender concientemente' hasta el Idiota Ordinario, o sea, el Idiota sin rasgos distinguibles, personalidad, poderes o propiedades especiales. La comprensión del Sr. Gurdjieff del Idiota Ordinario no puede ejemplificarse mejor que cuando él decía que todos los niños pequeños son Idiotas Ordinarios. Obviamente el Evangelio que dice 'A menos que se vuelvan como niños pequeños, de ninguna forma podrán entrar al Reino de los Cielos' salta en la mente.

Una y otra vez el Sr. Gurdjieff ha impreso en nosotros que ningún desarrollo posterior es posible. Decía 'Necesario descender concientemente Jusqu'a ordinaire – entonces, después solo monter concientemente'. Esto está estrechamente conectado con su insistencia en la necesidad de 'darse cuente de la propia nadidad' antes de poder tener esperanza de moverse hacia algo real.

Acerca de ascender, él dijo que esto es automático para cualquiera que trabaja. Cada dos o tres años sube un escalón – el Cuadrado se convierte en Redondo, el Redondo en Zigzag y así en adelante. Este ascenso 'automático es el resultado de la experiencia de vida, de aumentar el conocimiento. No llega sin esfuerzo y sin una lucha sincera, pero carece de algo esencial, es el camino del conocimiento y no del ser.

El camino del conocimiento sólo puede llegar hasta el Idiota Iluminado. De éste, el Sr. Gurdjieff hablaba a veces en tono de burla, pero con más frecuencia con una profunda compasión. 'Me da lástima el Idiota Iluminado, no existe persona más infeliz'. El Idiota Iluminado ha luchado y escalado y finalmente ha alcanzado la etapa donde lo sabe todo. Sabe exactamente qué debe hacer – pero no puede hacerlo. Puede ser que ni siquiera sea su culpa. Puede ser un defecto en su herencia. 'Abuelo o abuela, quizá su abuela fue prostituta. No puede hacer nada, ella ya murió. Nadie puede ayudarlo, ni siquiera Dios puede ayudarle'. La terrible situación del Idiota Iluminado incomodaba profundamente a mucha gente, y se le preguntaba frecuentemente al Sr. Gurdjieff si en realidad no había salida posible. A veces contestaba que, si tal Idiota viniera a él y pudiera pagar lo suficiente, quizá podría ayudarlo. Pero entonces tendría que descender por toda la escala hasta el Idiota Ordinario y empezar de nuevo. Esto es muy difícil, tendría que renunciar a todo lo que ha ganado con muchos trabajos. Pero si tenía el valor para hacerlo, sería capaz de ascender concientemente desde el Idiota Ordinario y esta vez podría pasar por el Idiota Iluminado y alcanzar el número diecisiete.

Así, el Idiota Ordinario es el punto de partida para el crecimiento de la comprensión que, por sí misma tiene el poder de sobreponerse a los obstáculos del camino hacia arriba sin llegar tarde o temprano a un punto de detención. Una vez le pregunté, medio en broma, qué Idiota era el Mullah Nasrudín. Me contestó que, por supuesto era un Idiota Ordinario. Entonces, la simplicidad, el sentido común y, sobre todo, la ausencia de auto-engaño son las marcas del Idiota Ordinario. Yo creo que es el 'Obyvatel' de Fragmentos. Pero, más que todo, es el niño como en el que tenemos que convertirnos antes de poder esperar entrar al Reino de los Cielos.

El Super Idiota Rara vez se particulariza. Por un corto periodo el Sr. Gurdjieff instruyó al Director para añadir la explicación: 'es decir, todo aquel Idiota Ordinario que no es cola de burro'. De esto podría parecer que el Super Idiota tiene 'algo'. Si todavía tiene que descender al Idiota Ordinario, este 'algo' es un obstáculo, un rastro de su importancia propia, del cual debe deshacerse. Si ya se está moviendo hacia arriba en el lado derecho de la escalera, el 'algo' es un cierto valor real que ha adquirido en su mundo externo. Todavía está muy corto de los logros interiores objetivos. Que quede claro que esta interpretación del Super Idiota es mi propia comprensión personal que se cuelga con los alfileres de las pocas pistas dadas por el Sr. Gurdjieff las pocas veces que habló

El Archi Idiota tiene un papel algo más definido. El Sr Gurdjieff frecuentemente designaba Archi Idiota a gente que ocupaba posiciones de importancia en la realización de sus planes inmediatos, pero que no tenía una comprensión interior que corrspondía a eso. Cuando estuve en Nueva York en Enero de 1949, fui transferido al staus de Archi Idiota porque (en ese tiempo) se me designó como "Director para Inglaterra". En ese tiempo sentí que el Sr. Gurdjieff se estaba burlando de mí. Cuando regresó a Europa y yo empecé a trabajar con él más seriamente, rápidamente me regresó al Idiota que había escogido antes.

El único "detalle" para el Archi Idiota que nunca oí, fue una broma personal que él tenía con Peggy Flinsch, cuyo padre era obispo (el Sr. Gurdjieff siempre insistía en que era Arzobispo, en inglés Archi-obispo). De cualquier forma, cuando Peggy estaba presente, se le instruía al Director de añadir al brindis de los Archi Idiotas la frase "Y a la salud de todos los altos clerigos". Es posible detectar aquí el motivo subyacente: o sea, apuntar a la situación del hombre que confía en las cosas externas y que no ha comprendido que ningún poder o posesión externa puede afectar la propia nadidad interior. Por el otro lado, un Archi Idiota en el camino de ascenso tiene ciertos poderes reales que engendran el respeto de sus semejantes.

Era usual que los brindis de los tres primeros Idiotas pasaran rápidamente. El cuarto brindis era con frecuencia el evento climático de la comida. Toda la atmósfera cambiaba, y nos unía a todos un sentido de la significación inmediata de nuestra vida. El Idiota Sin Esperanza era brindado invariablemente con una explicación detallada que el Sr. Gurdjieff nos dijo que fue tomada del Grupo Esotérico. Decía que en el Grupo Esotérico todos los brindis se bebían dando explicaciones detalladas que a veces requerían de media hora para exponerse. Tales detalles ocupaban los siete aspectos de cada Idiota. Al Grupo Exotérico sólo se les divulgaban dos.

Los detalles del idiota Sin Esperanza cambiaron un poco durante el tiempo que fui a las comidas en el número 6. Pero la forma final se fijó para muchos, meses antes de la muerte del Sr. Gurdjieff. Decía así: "A la salud de todos los Idiotas Sin Esperanza, subjetiva y objetivamente. Es decir, a la salud de todos los Idiotas Sin Esperanza que están destinados a una muerte honorable, y a la salud de todos los Idiotas Sin Esperanza que son candidatos a perecer como perros". Desde el final de 1948 y a una creciente medida en los últimos meses de su vida, introdujo una "adición" que no decía el Director, sino alguien más en la habitación. Al final, invariablemente era Elizabeth Mayall. La Adición era una explicación del detalle del brindis. "De paso, es necesario añadir que sólo aquellos que han trabajado en sí mismos en la vida, pueden morir honorablemente. Aquellos que no trabajan en sí mismos, inevitablemente, tarde o temprano, morirán como perros sucios".

El Sr. Gurdjieff con frecuencia tomaba este brindis como punto de partida para hablar de la meta. "Todos deben tener una meta. Si no tienes una meta, no eres un hombre. Esta es una meta simple – no morir como perro. Todos pueden tener esta meta, no es una meta grande, es chica. Pero si logran esta meta – morir honorablemente – entonces, quizá puedan ponerse una meta mayor". La fuerza inescapable de esta presentación era inconmensurablemente aumentada por la profunda seriedad con la que hablaba. Oírla reiteradamente día con día era tener algo llevado a las profundidades de la propia conciencia. Uno no se atrevía a esconderse del asunto: "A menos que trabajes, inevitablemente morirás".

La manera del Sr. Gurdjieff de cambiar repentinamente de la seriedad a la ligereza y buen humor se ejemplificaba con su despido del brindis. Una vez vino un cartero al departamento cuando el brindis se estaba haciendo, iba a entregar correo certificado proveniente de Estados Unidos. Como era usual, se le llamó para echarse un trago. Cuando oyó el brindis, dijo: "C'est bien vrai – qui ne travail pas, tot ou tard, il creverá comme un chien" (es muy cierto, el que no trabaja, tarde o temprano, morirá como perro). El Sr. Gurdjieff estaba tan deleitado, que el hombre fue despedido con una buena carga de regalos.

El quinto brindis es para el Idiota Compasivo, con el detalle: "A la salud de todos los Idiotas Compasivos, simpáticos y antipáticos". Después agregó la tercera categoría "Y los más o menos". Por un corto tiempo tuvimos mayor detalle. "Es decir, a la salud de todos los Idiotas Compasivos que tiene verdadera lástima y a la salud de todos aquellos que nomás presumen y desean ser vistos por los demás". Para ilustrar esto, El Sr. Gurdjieff contaba la historia del hombre que yacía muerto de hambre a un lado del camino. El verdadero Idiota Compasivo dará hasta su última morona de pan para ayudarle. Pero el Idiota Antipático mirará alrededor suyo para ver si alguien lo está viendo. "a la mejor la novia o el padre de la novia lo está viendo desde la ventana. nomás así le dará hasta su última morona de pan. Si nadie está viendo, se va rápidamente. quizá hasta lo patee. Odio a esos Idiotas".

Pienso que el contraste entre el Idiota Sin Esperanza y el Idiota Compasivo es muy significante. El último ve afuera de sí mismo, de buena o de mala forma. El primero está ocupado sólo de sí mismo. Aunque el "subjetivamente" Sin Esperanza, sin embargo, resuelva luchar sin esperar resultados. El Idiota Sin Esperanza "objetivo" ni siquiera sospecha que algo anda mal y, por ello, no surge en él la cuestión de luchar. Muere como perro porque está conforme de vivir como perro. En ambos casos el drama se actúa dentro de la psiquis del mismo Idiota Sin Esperanza.

El Idiota Compasivo tiene una situación externa. Se ve a sí mismo en relación con aquellos que necesitan ayuda. Si no se engaña a sí mismo, se da cuenta que no puede ayudar a otros sino hasta que él mismo tenga "ser". Ve que no tiene ser y cuando éste hecho penetra profundamente en su experiencia, entonces "desciende concientemente" al estado del Idiota Sin Esperanza. Si ya ha descendido al Idiota Ordinario y está trabajando hacia arriba en la escala de la comprensión, lucha con la tarea imposible de "ascender concientemente" a la etapa del Idiota Escurridizo. Hay tres posibilidades diferentes para el Idiota Compasivo.

Esto nos da alguna idea de la riqueza extraordinaria de significados escondidos en la Ciencia del Idiotismo.

El Idiota Escurridizo no se detalla usualmente con respecto a los aspectos positivo y negativo. Pero el Sr. Gurdjieff dio dos clases de explicaciones que indican la diferencia. Hablaba del Idiota Escurridizo (en Francés "Idiot Récalcitrant"), que no admite que es un idiota. Está convencido de que puede "hacer". "Tal Idiota viene a mí y me pide ayuda. Yo le pruebo que es un Idiota. Dice: 'Sí, soy Idiota'. Luego, se va y empieza apensar: 'pero ¿por qué soy Idiota? ¿Qué no compré ésto en cien francos y lo vendí en doscientos? No soy Idiota – el Sr. Gurdjieff es el Idiota'. Entonces regresa a mí a explicarme que no es Idiota. Yo le pego en la quijada y le rompo dos dientes. Entonces reconoce que es Idiota. Pero se va y otra vez cambia".

El otro aspecto del Idiota Escurridizo es descrito por otra comparación. "Es como pez fuera del agua. El pez sabe que no puede vivir sin agua. Tiene poco tiempo para regresar al agua. Pero no tiene piernas. Si yo lo levanto y lo regreso al agua, se me escurre, cae de mi mano y ya no puedo ayudarlo".

n ambos casos es difícil ayudarle al Idiota Escurridizo. El conflicto ahora está tanto en el mundo exterior como en el interior. El Idiota Escurridizo no encuentra paz en ninguno. No tiene fe pero tampoco está sin esperanza. No es compasivo porque está muy ocupado con su mundo interior. Aún así lucha, no está satisfecho. Incluso cuando se rehúsa a creer que es un idiota, tampoco confía en su propio juicio, pero regresa a convencer a su maestro. Su mérito positivo es que lucha y, de esta lucha, algo resultará.

El brindis del Idiota Escurridizo siempre se acompañaba con este detalle: "Y a la salud de todas las mujeres histéricas". En este punto, Gurdjieff decía frecuentemente que todas las mujeres son histéricas. En sus ochenta años, nunca encontró a una mujer que no fuera histérica. Su uso de la palabra "histérica" tenía un significado especial. Implicaba, yo creo, falta de juicio y una tendencia a los extremos. No recuerdo ninguna explicación del añadido de éste brindis particular con las mujeres histéricas, pero me parece que está conectado con el dicho de Belcebú de que las mujeres nunca tienen un juicio independiente".

El séptimo brindis siempre se daba en esta forma: 'Llegamos ahora a la serie de Idiotas Geométricos. Primero, a la salud de todos los Idiotas Cuadrados'. El Idiota Cuadrado es aquel que 'a veces no es idiota'. Es 'candidato a Redondo'. El Idiota Redondo sienpre es idiota, pero el Cuadrado a veces tiene un momento de cordura. El Sr. Gurdjieff siempre solía acompañar ésta explicación con un gesto de trazar un círculo y un cuadrado en el aire con su dedo. En las esquinas del cuadrado hay un cambio de dirección, así que el cuadrado simboliza a un idiota que tiene algo en él que es diferente de los demás.

Se dijo muy poco para mi oído acerca de los diferentes tipos de Idiotas Cuadrados, pero creo que El Sr. Gurdjieff una vez dio una explicación acerca de que el Idiota Cuadrado puede ser real o imaginario. Tengo la impresión de que el Idiota Cuadrado es 'práctico'. Puede aplicar su 'practicalidad' a actividades que son, en sí mismas, imaginarias; y si cree que tienen un valor objetivo, él mismo pierde contacto con la realidad. Por otro lado, el Idiota Cuadrado que tiene comprensión puede, dentro de sus propias limitaciones, trabajar para un propósito objetivo.

La Ciencia del Idiotismo tiene una dimensión más que cualquier otra clasificación ordinaria de tipos humanos y las etapas de de crecimiento interior, porque toma en cuenta separadamente sus tres factores: conocimiento, ser y comprensión. Sólamente tocamos los bordes de ello en las comidas del número 6. Por ejemplo, estaba la cuestión del paso automático. El Sr. Gurdjieff, por alguna razón, se refería con mucha frecuenciaa ésto al comentar al Idiota Cuadrado – 'candidato a Redondo'. Solía decir que cada tres años uno pasaba una etapa. Una vez habló de una mujer que no había visto en doce años: ella era Idiota Sin Esperanza, ahora él le dijo que era Redonda. Me parece que él tenía la intención de apuntar al peligro especial que existe para el hombre que tiene algunas manifestaciones externas en las que puede confiar.

Si olvida que éstas son tan mecánicas como sus manifestaciones accidentales, pierde la discriminación y todas sus manifestaciones adquieren el carácter de 'Idiotez Redonda'.

El Idiota Redondo es uno de los dos o tres que se mencionan en 'Belcebú'. En su sentido primitivo, el Idiota Redondo significa estar completamente ausente de discriminación. Toma todo en la forma equivocada en términos de su propia subjetividad. A veces, el Sr. Gurdjieff hablaba del Idiota Redondo como si estuviese en una situación particularmente difícil: no hay punto por el cual pueda escapar. Terminará siendo histérico, eso es el Idiota Zig-zag. Pero, entretanto es irresponsable. Así que siempre tiene suerte: nadie puede culparlo de nada de lo que haga. El puede decir '¿pues qué esperabas? Soy Idiota Redondo'.

Una vez el Sr. Gurdjieff habló del Idiota Redondo con más seriedad. Dijo que debe luchar muy duro y muy continuamente: 'Pero puede hacer esto porque es Idiota Redondo. Si ve su Idiotez, luchará día y noche hasta estar libre'.

En casos generales, yo oí que el Sr. Gurdjieff hacía transferir a la gente de Idiota Redondo directamente a Idiota Sin Esperanza. Esto era cuando había hecho un esfuerzo largo y persistente – perticularmente contra su propio juicio, es decir, sobre la fe.

Pero la explicación más frecuente, por mucho, que daba el Sr. Gurdjieff era el gesto de trazar un círculo con su dedo. 'Es siempre Idiota, de día de noche, dormido, despierto, en la église (iglesia), en el water closet, siempre Idiota. Idiota por todos lados'. Claramente esto tenía que tomarse en más de un sentido. El Idiota Redondo que no se da cuenta de su idiotez es un peligro real para sí mismo y para los que están cerca de él. Pero si es conciente de su idiotez y no lo olvida, entonces tiene un factor de recuerdo que le hará trabajar en una forma que los otros Idiotas no pueden. El no ve nada en sí mismo más que idiotez y por ello no puede tener otra meta que cambiar y liberarse.

El último de los Idiotas Geométricos es el Zig-zag. El brindis cada vez se dio con mayor detalle – 'tomado del Grupo Esotérico – mientras pasaba el tiempo. Finalmente se estableció en la forma: 'A la salud de todos los Idiotas Zig-zag, es decir, a la salud de todos aquellos que tienen cinco viernes en la semana. Y a la salud de toda la gente histérica y a la salud de todos los tres sexos'.

El Sr. Gurdjieff daba muchas explicaciones de todos estos detalles. A veces interrumpía al Director, que estaba agregando a al brindis a algunos presentes, para decir: 'No, este brindis es para toda la gente histérica. Todos están histéricos, así que el brindis es para todos – no es necesario dar nombres'.

Acerca de los 'cinco viernes en la semana', hubo muchos intentos de persuadirle para explicar lo que esto quería decir. Una vez dijo explícitamente que no había unsignificado especial en el 'viernes', podía ser cualquier día de la semana. Lo que era importante acerca del Idiota Zig-zag es que no tiene estabilidad. por un lado, es muy fuerte, por otro, muy débil. Haría un gran esfuerzo para apenas comenzar a moverse realmente (?) y entonces regresaría. Para ilustrar esto el Sr. Gurdjieff hacía un gesto con su dedo, estirándolo tanto como pudiera a la derecha y luego regresarlo a la mitad del camino y después una sucesión de zig-zags más pequeños.

El Idiota Zig-zag ha roto el círculo mágico en el cual está confinado el Idiota Redondo, pero no tiene estabilidad interior propia. Entonces es histérico. Y todos los que comienzan a trabajar en sí mismos tienen algo de esta propiedad. No va en una dirección definida porque su comprensión no corresponde con sus esfuerzos.

La conexión entre el Idiota Zig-zag y los tres sexos vino después (bueno, en mi experiencia) que los otros detalles. La usaba frecuentemente como texto para hablar acerca dell tercer sexo y su utilidad para el trabajo. Por ello, en un sentido, el Idiota Zig- zag representa un punto final. Se ha convertido en un 'dilettante' incapaz de quedarse con nada. y finalmente pierde el impulso para trabajar. Pero también puede ser un hombre o mujer en el verdadero sentido de la palabra, y como tal, sus esfuerzos serán reales y efectivos. El Señor Gurdjieff dibujaba una imagen del Idiota Zig-zag como alguien que trabaja con energía casi frenética. 'Yo admiro a tal Idiota. se equivoca muchas veces, pero no se detiene – noche, día, él lucha'. Este es el Idiota Zig-zag que ha comprendido su posición. Tiene una cierta afinidad con el Idiota Escurridizo y ciertamente una o dos veces el Sr. Gurdjieff dio la explicación reservada usualmente para el Idiota Escurridizo en el brindis del Zig-zag.

Me parece que es posible tomar a los Idiotas en grupos de tres. El primero de cada tríada representa el aspecto interior. El segundo, la manifestación externa y el tercero, el resultado del conflicto entre ambos. Esto significaría que hay una cierta analogía entre los Idiotas que ocupan el mismo lugar en cada grupo de tres. Así: Archi Idiota, Idiota Escurridizo, Idiota Zig-zag y el Idiota Presumido representarían diferentes etapas en la realización de cierto aspecto de la experiencia humana.

La cuarta serie de tres comienza con el Idiota Iluminado. El es el punto final del camino del saber, más allá del cual es imposible pasar sin el ser. Es cierto que el Sr. Gurdjieff concibió más de una forma – quizá siete – de ascender en la escala del Idiotismo. Una es simplemente imaginaria. El Idiota no cambia en ningún sentido real, pero progresivamente está más y más seguro de que está avanzando. Tal Idiota puede alcanzar, en su imaginación, cualquier etapa. Muy probablemente es que se convertirá en un Idiota Presumido, convencido de que tiene algo que marca que el es diferente de todos los demás.

No hay significado objetivo en las manifestaciones cambiantes de tal persona. Realmente no trabaja en sí mismo y, con todo lo que significa, es candidato a morir como perro.

El camino del conocimiento es muy diferente de éste. Aquel que lo sigue realmente lucha. Se sobrepone a grandes dificultades para adquirir no mayor información, sino conocimiento real. Este trabajo lo cambia, y asciende en la escala del Idiotismo hastaque se convierte en Iluminado. Entonces sabe todo lo que es posible para él saber. Sabe lo que debe hacer para alcanzar la libertad real. Pero no puede hacerlo. Lucha desesperadamente, pero encuentra que es imposible para él hacer lo que se necesita. El Sr. Gurdjieff daba muy frecuentemente explicaciones del Idiota Iluminado. 'Quizá no es su culpa. Es culpa de su herencia. Su abuelo o abuela. Quizá su abuela era prostituta. No puede hacer nada. Ella ya murió. Nadie puede hacer nada por él. Este Idiota me da más lástima que cualquier otro'.

Tales explicaciones naturalmente hacían surgir sentimientos de maravilla y desesperación. Aunque recordaba que 'los pecados de los padres recaerán sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian', parecían completamente en desacuerdo con la infinita piedad y compasión del Creador. Trajeron a nosotros la terrible situación del hombre que confía más en el saber que en el ser. Con frecuencia al Sr. Gurdjieff se le preguntaba si de veras no había esperanza para el Idiota Iluminado. Usualmente contestaba, "¿Y quién puede ayudarlo? Supóngase que alguien puede ayudarlo. Es muy difícil; tiene que dar mucho de su tiempo. Debe ser pagado. Pero ¿cómo puede pagar este Idiota?' De las varias respuestas y explicaciones, emergió la pista de que la única esperanza para el Idiota Iluminado sería abandonar todo lo que ha ganado con muchos trabajos y regresar a su propia nadidad, o sea, al Idiota Ordinario.

El Sr. Gurdjieff siempre enfatizó que el Idiota Iluminado no es poca cosa. Ha logrado mucho. Una vez le habló a una mujer que había escogido ser Idiota Iluminada y le dijo, "Yo estimo mucho a tal Idiota. Hasta el Director --"

[ fin ]

 

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