La Paradoja 3 El amor es la realización de lo Imposible

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EL AMOR es la omnipotencia del ideal. Por, el ideal el alma es exaltada; se hace la naturaleza más grande, más vida que el mundo, más elevado que la Ciencia, más inmortal que la vida.

Cuando Jesús el Cristo dijo: Dios de amor con todo su corazón y su prójimo como vosotros mismos, esta es la ley de los profetas, tuvo la intención de significar: amor, amor, por encima de todo; para Dios es el amor infinito; además, querer a su prójimo como vosotros mismos , es decir, el amor a vosotros mismos en su semejante.

El egoísmo tan correctamente hecho se puede presenta con otros. [33.1]

[33.1. el altruismo en otros términos es la forma más elevada del ser. —Trad.]

Amar es vivir, por amar es saber, por el amor es capaz, por amor el ora, por amor se hace el Hombre-Dios.

La mujer se atrevió a arruinarse, con el fin de desplazar a la divinidad y ofrecérsela al hombre, y al hombre, que no tuvo ninguna sed para la divinidad, porque tuvo la mujer, el hombre la tomó como cosa simple para seguir a su compañero a la muerte. Allí empezó la encarnación de Dios iracundo la Eva de Jehová para hacer al hombre, porque se había hecho una madre.

* * *

La muerte y el infierno se habían elevado, terribles con la amenaza eterna, y un instante el amor los había vencido.

El amor es más fuerte que la muerte, indica el canto de los cantos. Es más invencible que el infierno. Amar es el fuego eterno, y no hay ningún diluvio que pueda apagarle.

Dar por un poco de amor todo lo que tienes, todo lo que esperas, a ellos a todos los que estimas, y a ellos todos tu eres. ¡ Su sangre, su corazón, su vida y su alma, y tú lo habrás obtenido para - nada!

El que salva su alma del amor perderá su alma, y él que pierda su alma por el amor, se salvará.

Muchos pecados serán perdonados al corazón que tiene mucho amor, es Jesús el Cristo mismo el que lo dijo.

Y tuvo como una compañera y amiga la Magdalena, y pidió el agua para beber de la mujer de Samaria, un pecador, y perdonó a la mujer agarrada en el adulterio, y dijo que las mujeres pecadoras entraran al cielo antes de Fariseos y Doctores de la ley, porque los errores del amor son más perdonables que los del orgullo, porque igual es mejor que amar incorrectamente, que no amar todo.

En la moral absoluta y buena es el amor; el mal es odio. El amor debe ser amar y solamente al odio detestar. Una palabra simple de odio, indican el evangelio, merecen el infierno, y por consiguiente una palabra del cielo merece el amor dos veces más, porque recompensa el amor más libremente que el odio que castiga. ¿ Pero el amor mismo no es él su propia recompensa? ¿ Ama así quien, encontró la llave del cielo?

Santa Teresa, el ideal del infierno era la imposibilidad de amar, y esto pareció sentir tan temible como compadeció a Satanás. "El desgraciado," tenía la costumbre de decir, "a él puedo más amar."

¡ La mujer compadeció al demonio, aquel qué una reforma del Cristianismo!

Cuando a la gente le habrá aprendido a amar, el mundo será salvado. [35:1]

El hombre le sabe a quien ama atrae a todas las almas.

Ansiar no es amar. Exigir no es amar. Esclavizar no es amar.

Los celos son el egoísmo que asume la máscara del amor.

El deseo excesivo produce el asco: el exigir merece el engaño.

La tiranía excita la rebelión en los fuertes y la traición en los débiles.

Los celos son odiosos y ridículos. ¿ Por que detestar el corazón de quién no nos quiere más, no es para castigar a quien nos quiso?

El furor celoso es la ingratitud furiosa.

Pero hay un celos de sublimación, que son pero el ardor del amor, y que mismos en honor del amor desea el honor del amado. Para el amado jamás es el ideal supremo del alma, es el espejismo de lo absoluto.

Las fantasías de la atracción y de la pasión no son amor.

El amor verdadero es la aprensión de Dios en morada del hombre; es la esencia de la religión, del honor, de la amistad y del matrimonio.

Es no sólo el amor inmortal, sino que es un amor que hace inmortal al alma. Envejece no, ninguno de los dos cambia. Los corazones pueden girar lejos de él mientras que la tierra gira lejos del sol cuando dormita, y es mientras la frialdad de noche parezca caer sobre el alma.

En el plano de la prueba medica el amor es el principio de la vida: en el plano espiritual o metafísico, es el principio de la inmortalidad.

Volviendo a crecer al principio de todas las cosas y de difundirse de ahí por encima de todos los seres, se llama Piedad, caridad, y, calidad; cuando fuerza el respeto al deber se llama Honor: es el magno florecer de la individualidad humana. Manifiestamente es inmortal, porque no le produce nada a la muerte; valientes él, desprecia él y a menudo marcas de él una bendición y una gloria; ¿ cuál es un martirio pero un testigo que afirma la vida eterna a pesar de las torturas y a pesar de la muerte?

El amor absolutamente se afirma; allí dónde el amor está, allí el temor no es. Impone sus propias condiciones la vida, y no puede ser acondicionado por ella.

El amor debe ser libre en la morada del hombre: en especie es el niño del destino; [36.1] como el imán, tiene dos fuerzas; atrae y rechaza, crea y destruye. Es el hermano de la muerte, pero es el hermano de más edad. Es Dios cuya muerte es el sacerdote, El Dios que ilumina a la muerte con su belleza, mientras que la muerte lo mejora por sacrificios eternos.

Tiene una sombra que los hombres llaman odio, y esta sombra es necesaria para mostrar adelante su esplendor.

La belleza es su sonrisa, la felicidad su alegría, error de forma su dolor, y hacer sufrir su prueba.

La guerra es su fiebre feroz; las pasiones, su sabiduría de las enfermedades, su triunfo y su descanso.

Es ciega, pero lleva una antorcha; es Lucifer, ángel y demonio, es maldición y despedida.

Es Eros equilibrado por Anteros; es San Miguel que se impone sobre Satanás como potestad.

El gran Arcano de la magia es el misterio del amor. El amor que mata a ángeles y demonios se inmortaliza.

Convierte en mujeres a las Sílfides, las Ondinas y los Gnomos, y proyecta a los elementales [37:1] hacia a la tierra.

[37:1. Egregores, en el original. —Trad.]

El amor le prometió a Pandora a Prometeo; es por Pandora que el corazón de Prometeo renace sin cesar bajo las garras del buitre, y para Prometeo es que Pandora guarda siempre la esperanza.

El cielo es una canción consumada del amor; el infierno, un aullido del amor engañado pero, como dijo un gran poeta, las sombras del infierno son las tinieblas evidentes, ya que hay siempre una luz cierta que lo perjudica.

Si el infierno no tuviera una causa válida de existencia en el amor, sería el crimen de Dios.

El infierno es el laboratorio del rescate, y es eterno, de modo que la obra de la redención pueda ser eterna, porque Dios siempre fue, y siempre será, lo que es él. El dolor eterno es el grito del aborto eterno.

Al pie de la cruz del salvador, en las representaciones evangélicas, aparecen dos mujeres. Una esta erguida y lo disimula, la otra inmóvil y pálida como estatua en la majestad de su pena; esta, la Virgen intachable, la madre que concibió sin pecado. La otra, se prosterna y llorando, sus cabellos y ropas en el desorden salvaje, ella ojos rojos de llorar, al levantar su pecho con sollozos: es la pecadora, María Magdalena, reprobada por el mundo, bendita por él que muere.

Por cada lado del Cristo contorsionado en la agonía dos hombres, dos malhechores - el que se arrepiente, el otro se endureció.

Aun Jesús ha dicho, le perdono a el vos, pero al otro que no dijo, condeno a vos, pero sufrió en el silencio con él y para él.

La maldición irrevocable es la reprobación eterna del odio; el dolor irremediable debe ser jamás poder amar a alguien.

El amor involuntario no es un sentimiento singularmente humano; es el instinto universal de toda la naturaleza.

El animal no elige simpatía; el hombre solo agarra en sus manos esta manzana de oro destinada por Cielo para lo más bello. Lo que haria ser sabio, escogeria a Minerva; lo haria el tiene el poder, Juno será su elección; pero si la satisfacción de los sentidos a él saciele, será para Venus que ofrecerá la manzana.

Esto hizo el cobarde París. Agamemnon habría escogido a Juno, y ha sido asesinado por Clytemnestra. Ulises admiró solamente a Minerva; tan tuvo por él a Penélope por esposa, así triunfo él por encima de las sirenas, sobre Calipso y Circe, librado de Polifemo y de Neptuno, pataleados bajo sus pies a sus enemigos y rivales, y recupero así su lecho nupcial y su trono.

Las poesías de Homero son unas enseñanzas divinas, cuyos personajes son unos tipos. Agamemnon y ambos Ajaxes son el orgullo triple de la fuerza, del Valor y de la rebelión. Aquiles es la cólera, París es placer, Néstor es la experiencia que habla, Ulises es la inteligencia que actúa. Sus trabajos son las pruebas del Adepto, correspondiente a los de Hércules, pero Hércules cedió a un amor mortal, y murió víctima de Deyanira. Ulises valora la posesión del Calipso y del Circe sin permitirles poseerlo; el ama lo que debe, y lo que le quiere amar; su país es su esposo, y este amor simple - lo anima lo sostiene atravesando victorioso todo.

El amor es la fuerza más grande del hombre, cuando no es la debilidad más indigna. Es débil si es un egoísta; es fuerte si es un individuo consagrado. Hércules Compra a los pies de Omphalo las alegrías voluptuosas de quién es el esclavo. Con sus ojos, su honor, y su libertad, Sansón paga los besos desleales de Dalila; Orfeo no debe echar una mirada a Eurídice el la destrozaria animicamente de las garras del infierno; conquistado por la sed para esta belleza que aspira a considerar una vez más, gira, y todo esta terminado - nunca jamás sera la apariencia sobre ella. El caso es que el amor verdadero se enlaza no a la belleza que pasa lejos; la belleza para él es eterna, y jamás puede escapar de él, ya que es bastante fuerte para crearle. El sabio quiere a ninguna mujer porque es bella; es bella porque le ama, y porque tiene una buena razón para amarle.

El amor animal es de mal presagio. El amor humano es una providencia. Ulises en los brazos del Calipso y del Circe no era infiel a Penélope, porque solo pensó era para escaparse de ellas para reunirse a su esposa; peco solo contra las delicadezas del amor, y será castigado él por el hijo de Circe. El semilla de los niños ilegítimos es la semilla de los parricidas.

Cuando no hay una fe, o por lo menos ilusión y el deseo de la eternidad, el amor sexual se hartar de la animalidad o de la imaginación del desenfreno. El vicio es un desacralización del amor que la naturaleza castiga y el amor herido se venga. Tarde o temprano podra a Don Juan ha de encontrar la estatua terrible del comandante. ¿ Pero podemos siempre preservarnos de este amor enfermo presagiado? ¿ Podemos irrevocablemente consagrar el corazón para amar libre y legítimamente? Podemos, por el conocimiento y por la voluntad; cuando sabemos lo que debemos a la voluntad, entonces nos aman lo que nos deben amar.

Notas

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