18a La Paz (1-50)

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Ashtavakra dice:

1. Reverencia a aquello que se devela con el conocimiento de que este mundo ilusorio es un sueño. Reverencia a Aquello cuya naturaleza es en verdad la dicha misma, que siempre está sereno, que resplandece siempre.

2. El hombre logra el regocijo mediante la diversidad de objetos. Mas sin la renuncia universal no logra el hombre la felicidad.

3. El hombre cuya mente abrasa el calor del sol de las cosas por hacer, ¿dónde encontrará la paz si no es refrescado por las aguas de ambrosía del contento?

4. Lo fenoménico nada es sino un estado de conciencia. En realidad carece de existencia. Las entidades que experimentan la existencia y la no-existencia nunca cesan de ser.

5. No distante ni limitado, siempre presente se halla el Yo libre de distracciones, de penas, de cambios y dueños.

6. Aquellos cuya ilusión se ha desvanecido mediante la autocomprensión logran liberarse del dolor por el mero suprimir la ilusión que oculta la claridad del percibir.

7. Todo esto es meramente una acción mental. El Yo, eterno, siempre es libre; sabiendo esto, ¿el sabio se comprometerá en las acciones como un niño?

8. El que sabe que su propio Yo es Brahman y que la existencia y la no-existencia se deben a un fenómeno de superposición, ¿qué debe conocer, decir o hacer él, que libre está del deseo?

9. "Esto soy", "No soy esto": ideas tales no perturban al asceta que, sabiendo que todo ego es el Yo, se sume en el silencio.

10. El asceta que ha encontrado la paz no padece distracciones ni concentración, exceso de conocimiento, ni ignorancia, placer ni dolor.

11. El asceta cuya mente ha cesado de actuar, sea que gobierne un reino o que vague como un mendigo, que gane o pierda, que viva en sociedad o retirado, ninguna diferencia encuentra.

12. ¿Dónde está la virtud, dónde el placer y la riqueza, dónde el conocimiento y la idea de lo realizado para el asceta que libre se halla de todo sentimiento de dualidad?

13. El asceta liberado ya en vida, que toma las cosas tal como vienen, nada tiene que hacer, ningún anhelo alimenta.

14. ¿Dónde está la ilusión, dónde los pensamientos que de él derivan, dónde la liberación para el hombre de grande alma que ha encontrado el reposo en la meta de todo deseo?

15. El que comprende el mundo puede negar su existencia, mas ¿qué hace quien no alienta deseos? Comprende y a la vez no comprende.

16. El que comprende que el Supremo está separado de sí, puede meditar sobre Brahma. Mas el sabio que ha trascendido los pensamientos, ¿sobre qué puede meditar al no ver la dualidad?

17. El que ha visto distracción en el Yo puede embarcarse en gobernarlo, mas el hombre de grande alma no se distrae. No teniendo nada que realizar, ¿qué puede hacer?

18. El sabio, aun cuando actúe como el hombre común, se encuentra libre de sus ansiedades. El no ve para sí concentración de la mente, distracciones no apego por nada.

19. El hombre de sabiduría, libre de toda idea de existencia y no-existencia, autosatisfecho y libre de deseos, nada hace aun cuando actúe a la vista del mundo.

20. El hombre de firme intelecto no siente ansiedad por la acción ni por la no-acción: hace lo que se le presenta y mora en la felicidad.

21. Por sobre todo apego e idea de acción, libre, rota sus cadenas, se mueve impulsado por la actividad de sus pasadas acciones, cual una hoja seca impulsada por el viento.

22. El que ha conseguido escapar de la rueda del existir no siente alegría ni pena; siempre frío y calmo, vive como si no tuviera cuerpo.

23. El que encuentra la felicidad en su propio yo, cuya mente está calma y pura, no siente deseos de renunciar ni expectativa alguna.

24. El que está autogobernado, cuya mente no obra, cuyas acciones reciben únicamente el impulso de su pasado obrar, aun cuando actúe como una persona común, no sufre honra ni deshonor.

25. El que sabe que el cuerpo es el que actúa, no el puro Yo, ese ser, aunque obre, en realidad no actúa.

26. El hombre de mente liberada, aun cuando no lo dice, cumple su parte en la vida, sin ser como los niños. Por el mundo se mueve con felicidad y luce atractivo y bendito por la buena fortuna.

27. Hastiado de los pensamientos contradictorios, el sabio encuentra la paz. No desea, no percibe, no ve ni oye nada.

28. El hombre de grande alma no aspira a la libertad no ansía el samadhi puesto que para él no hay distracciones; sabiendo que todo es ilusión, mora en su propio Yo cual si fuera Brahman.

29. El que abriga la idea de ego obra aunque no actúe. Mas el sabio que libre se halla de la idea de ego no transita la acción aunque obre.

30. La mente del emancipado serena se halla, sin experimentar placer y sin actuar; libre del deseo y la duda, la mente del sabio resplandece.

31. La mente de quien no ansía el descanso ni el movimiento se compromete en la acción y actúa cual si careciera de motivo.

32. El ser de mente débil se siente perturbado al oír exponer estas verdades o se sume en meditación para conocer el significado de los sastras. Este ser, aunque no es un niño, actúa como tal.

33. La concentración y el sometimiento de la mente constituyen el refugio constante del tonto. Los sabios no ven que deba hacerse nada: en su propio yo descansa tal los demás en el sueño.

34. El necio no alcanza la paz por el obrar ni por la ausencia de acción: el sabio encuentra el descanso por la mera indagación de la verdad.

35. Dado que conocen el Yo que es pura Inteligencia, el objeto del amor supremo, el perfecto que sin mácula se halla por sobre la nada del existir, las gentes se embarcan en pr ácticas diversas.

36. El necio no logra la emancipación aun mediante la práctica constante. El bienaventurado logra la libertad del obrar por el mero conocimiento.

37. El necio no alcanza a Brahma porque a él aspira. Mas el sabio es el mismo Yo de Brahma sin desearlo.

38. Los necios, puesto que no tienen un fundamento sólido y están impacientes por alcanzar el Brahman o la liberación, acaban por uncirse con más firmeza al mundo. El sabio, por el contrario, corta la raíz del mundo, fuente de toda miseria.

39. El necio no alcanza la paz porque lucha por alcanzarla. Mas el sabio, habiendo indagado la verdad, tiene su mente siempre en paz.

40. ¿Cómo puede lograr la visión del Yo aquel que se adhiere a lo visible? Los sabios no ven los fenómenos: tan sólo contemplan su propio Yo inmortal.

41. ¿Cómo puede estarle reservado el samadhi al necio que lucha para romper las cadenas? El sabio que encuentra la felicidad en su propio Yo, goza sin esfuerzo la superación de la mente.

42. Algunos creen que lo visible existe realmente. Otros dicen que en realidad no existe, en tanto un tercero afirma que es real e irreal a la vez. Mas sólo puede saberlo quien conoce su verdadera naturaleza, estando así libre de distracciones.

43. Los hombres de entendimiento torcido meditan en el Yo siempre puro, sin segundo, mas lo perciben a través de la ilusión, por lo cual no encuentran paz en toda su vida.

44. El intelecto del que aspira a la liberación no puede prescindir de soporte. Mas el intelecto del que se ha liberado no necesita soporte, estando por siempre libre del deseo.

45. Los necios al ver a esos tigres conocidos como objetos de los sentidos se precipitan tras ellos, se asustan y buscan de inmediato refugio en la cueva de la supresión mental sumiéndose en el meditar o la concentración, mas esto no ocurre con el sabio que cuidado no les presta.

46. Los elefantes de los deleites sensuales viendo al tigre del renunciamiento huyen con pavor o, cual parásitos en torno al rico, se dedican a servirlo.

47. El hombre cuya mente está dirigida hacia el Yo y cuyas dudas se han disipado no lucha por encontrar la forma de liberarse. En tanto ve, oye, toca, huele o degusta, mora en la felicidad.

48. Por el mero oír sobre la cosa en sí misma, el de intelecto puro se libera de la distracción. Nada ve que deba ser hecho ni que deba evitarse, mas tampoco se aplica a la acción.

49. Sea lo que fuere se le presente, agradable o disgustante, sin rodeos lo acepta.

50. La libertad conduce a la dicha, conduce al Supremo, conduce a la paz, conduce a la morada suprema.

Capítulo 18 - continuación (51-100): 18b-la-paz-cont.htm

 

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